LAS OPOSICIONES A JUEZ Y FISCAL

¿Por qué opositar?

La decisión de embarcarse a opositar para ser juez o fiscal es un paso importante motivado por razones personales únicas. No obstante, dos suelen ser los tipos de opositores: aquellos que han sentido la vocación desde edad temprana y los que ven la oportunidad de desempeñar una carrera profesional sólida en el transcurso de sus estudios universitarios o una vez finalizados estos.

Independientemente de tu motivación inicial, es fundamental que comprendas que, una vez iniciado el proceso, el paradigma cambia notablemente y los patrones de comportamiento tienden a seguir un curso predecible:

Primer año - Adaptación: Los opositores suelen comenzar con altos niveles de motivación. Aprenden a estructurar su estudio, adquieren hábitos sólidos y enfrentan el nuevo desafío con entusiasmo.

Segundo año - Consolidación: Este período es generalmente más estable. La motivación continúa y los opositores se sienten más seguros en la forma en que abordan su trabajo. Las cosas parecen fluir sin problemas.

Tercer año - Punto de Inflexión: El tercer año marca un punto crucial en el camino de la oposición. A partir de este momento, el desafío se vuelve más arduo y cada día parece más pesado que el anterior. Se comienzan a vislumbrar las posibilidades de aprobar, pero al mismo tiempo la vida se ve profundamente afectada por el estudio y la incertidumbre puede socavar la confianza del opositor. Muchos opositores abandonan en este año por falta de preparación psicológica. Es importante entender que este desgaste es normal, y todos compartimos esta experiencia.

Cuarto año y Posteriores: Estos son los años en los que, si se ha trabajado de manera adecuada, se cosechan los frutos del esfuerzo. Sin embargo, algunas personas llegan desesperadas por haber perdido tiempo en los años anteriores debido a enfoques de estudio inadecuados. Recuperar la motivación en esta etapa puede ser difícil, pero con el apoyo adecuado, esfuerzo y aplicando un método efectivo, algunos opositores logran hacerlo.

Luego, ¿Cómo es opositar?

Opositar es un viaje lleno de desafíos y aprendizajes en el transcurso del cual tendrás que incorporar a tu vida cotidiana los siguientes elementos:

Preparación académica: Esto implica el dominio de un amplio temario, la adquisición de habilidades de oratoria y la comprensión profunda de la normativa. La preparación académica es la base sólida sobre la cual se construye el éxito en las oposiciones.

Autoexigencia y persistencia: A medida que avanzas, la autoexigencia aumenta. La disciplina y la perseverancia son fundamentales para mantener la motivación y superar los momentos difíciles.

Apoyo emocional: La oposición puede ser emocionalmente desafiante. Contar con un sistema de apoyo sólido, ya sea de amigos o familiares, es esencial para mantener el equilibrio emocional.

Métodos de estudio efectivos: A medida que progresas, es crucial perfeccionar tus métodos de estudio. No se trata solo de memorizar información, sino de comprender y aplicar el conocimiento de manera efectiva.

Simulacros y Pruebas: La práctica constante a través de simulacros y pruebas es esencial para evaluar tu progreso y mejorar tus habilidades.

Gestión del Tiempo: Aprender a administrar eficazmente el tiempo es fundamental, ya que hay una gran cantidad de material que cubrir.

En resumen, opositar es un compromiso exigente, pero con la preparación adecuada, apoyo emocional y perseverancia, puedes superar los desafíos y avanzar hacia tu objetivo de convertirte en juez o fiscal.

El proceso selectivo

Examen tipo test - 2h 45m

100 preguntas tipo test.

10 sobre Derecho Constitucional.
40 sobre Derecho Civil.
30 sobre Derecho Penal.
13 sobre Derecho Procesal Civil.
7 sobre Derecho Procesal Penal.

Primer examen oral - 1h

Exposición oral de 5 temas aleatorios:

Derecho Constitucional.
Derecho Civil I.
Derecho Civil II.
Derecho Penal General.
Derecho Penal Especial.

Segundo examen oral - 1h

Exposición oral de 5 temas aleatorios.

Derecho Procesal Civil I.
Derecho Procesal Civil II.
Derecho Procesal Penal.
Derecho Mercantil.
Derecho Cont. Adm. o Laboral.

El proceso selectivo se estructura en tres fases obligatorias y eliminatorias:

1. Examen tipo test:

Cada pregunta tendrá 4 respuestas alternativas, de las cuales solo una será correcta. El contenido de las preguntas se basa en la normativa publicada en el BOE a la fecha de la convocatoria, incluso si aún no ha entrado en vigor.

La corrección del cuestionario tipo test se lleva a cabo de acuerdo con los siguientes criterios:

El ejercicio se califica en una escala de 0 a 100 puntos.
Cada pregunta acertada suma 1,00 punto.
Cada pregunta incorrecta resta 0,33 puntos.
Las respuestas en blanco no reciben puntuación.
La nota final se basa en el número de respuestas correctas después de deducir las incorrectas.

2. Primer examen oral:

En esta prueba se dispone de una hora para exponer cinco temas. Actualmente, no existe la posibilidad de cambiar un tema por otro como se hacía en el pasado, por lo que es necesario abordarlos todos con igual dedicación. Además de dominar el contenido, es crucial saber cómo exponerlo y haber construido una estrategia efectiva a tal efecto. A pesar de la creencia común de que todos los temas se exponen de manera uniforme, es fundamental comprender las diferencias de enfoque, por ejemplo, entre la presentación de Derecho Constitucional, que exige también el manejo de doctrina y jurisprudencia, y la exigencia de literalidad exhaustiva en Derecho Penal Especial.

3. Segundo examen oral:

Disponemos de otra hora para exponer otros cinco temas. Este examen es completamente diferente al anterior, ya que no se requiere tanta literalidad y la distribución del tiempo entre los temas no es uniforme. Cabe tener muy en cuenta que la presión una vez llegados a este punto de nuestra oposición es abrumadora y aspectos como la fatiga, la frustración y las inseguridades son factores fundamentales que deben abordarse con el preparador.

4. Escuela Judicial (Barcelona) o Centro de Estudios Jurídicos (Madrid).

Una vez superados el examen tipo test y los dos exámenes orales, llega la recta final de la oposición. En el caso de aquellos que opten por la Carrera Judicial, la formación se impartirá en la Escuela Judicial, en Barcelona, mientras que aquellos que se decidan por la Carrera Fiscal, terminarán sus estudios en el Centro de Estudios Jurídicos, en Madrid. Estos cursos, que también forman parte de la oposición, son de carácter eliminatorio.

Nuestro compromiso con los opositores no termina con la superación del segundo examen oral, sino que también les acompañamos durante el período formativo que sucede a esta etapa, así como durante el período de prácticas.